NOTICIAS DEL MES DE MAYO
ESPAÑOLES DESDE ALASKA A FLORIDA
¿Qué habría pasado si los actuales Estados Unidos hubieran sido españoles? Hoy, el interrogante suscita sonrisas, pero en el siglo XVI y XVII no era algo retórico ni descabellado. Cuando las trece Colonias inician su rebelión contra Gran Bretaña y se declaran independientes, los españoles llevaban ya casi tres siglos recorriendo las praderas, pantanos y los principales ríos del territorio de los actuales Estados Unidos. Y no se trató de una penetración fugaz, de pisar y abandonar corriendo, sino de un avance progresivo, siempre tenaz y sin apenas retrocesos. Una larga marcha que no se limitó a unos cientos de kilómetros al norte del Río Grande, sino que continuó durantes muchos años hasta alcanzar las tierras de los hielos perpetuos en el Ártico. Españoles fueron los primeros europeos que navegaron el Misisipi, descubrieron el Cañón del Colorado, vieron manadas de bisontes, cabalgaron las praderas, fondearon en la bahía de San Francisco, fundaron ciudades, levantaron fuertes o recorrieron las llanuras de Kansas.
Hubo asentamientos y posiciones fortificadas españolas en sitios tan lejanos como Vancuver, Dakota del Norte y el lago Michigan, y nuestra Armada alcanzó las inexploradas costas de Alaska y Unalaska, en las islas Aleutianas, a finales del siglo XVIII, después de una serie de navegaciones por el litoral del Pacifico norteamericano, en competencia con británicos y rusos Estos últimos, completada la conquista de Siberia, se descolgaron audazmente desde el estrecho de Bering y bordearon el litoral canadiense hacia el Sur hasta llegar a California, tierra que lógicamente les pareció paradisíaca, en comparación con la inclemencia de las costas siberianas. Pero allí se encontraron con los españoles, que ya tenían muchos años de exploración californiana a las espaldas, y estaban asentados en San Francisco, Monterrey, Santa Bárbara, Los Ángeles y San Diego. A regañadientes, los rusos dieron media vuelta al comprobar que los cañones que les apuntaban desde los presidios y fuertes estaban dispuestos a hacer fuego. Una retirada que provocó una situación de guerra nominal entre ambos países, y que se saldó sin mayores consecuencias. Una guerra en el fin del mundo que ganamos por abandono, debido a la incapacidad de la flota rusa para aprovisionarse a tan larga distancia de sus bases, y en gran parte, también, a la alianza alimentada por las ambiciones de Napoleón, que, después de ocupar el trono de España, cometió la enorme torpeza de invadir Rusia, con el resultado conocido. Puesto a lucubrar, surge otra pregunta: ¿Qué había pasado si los rusos, y no España, hubieran colonizado
Resulta asombrosa la escasez de medios y de gente con los que España se impone la tarea abrumadora de la descubierta, defensa y conquista del territorio norteamericano. Partiendo de México, las expediciones hacia el sur y el centro de Estados Unidos (una tierra entonces enigmática) se suceden con la insistencia de quienes nunca dan por perdido el sueño de conseguir fama y riqueza, y buscan obtener, ellos también, el “premio gordo” en metálico que ya habían conseguido Hernán Cortés y Pizarro. Dos ejemplos que atraen como un imán a sucesivas generaciones de hijos del riesgo y la aventura, en pos de la maldición del oro, ese El Dorado que se aleja cada vez más a medida que los españoles parecían tenerlo al alcance de la mano.
Apenas unos pocos centenares de soldados, casi siempre mal equipados, cubrían los miles de kilómetros de frontera que separan la punta de Florida del norte de California. Y esa fuerza no estaba de adorno. Con ella se combatió en Georgia, Florida, Luisiana, Texas y
Con el agotamiento demográfico causado por las continuas guerras y una expansión que abarcaba cinco continentes, la escasez de recursos humanos se revelaría dramática en la ocupación y defensa de los enormes espacios de Norteamérica. La exploración de los territorios del Norte era una empresa ingrata y poco rentable, que exigía demasiado esfuerzo y proporcionaba magros resultados. Y los colonos, sometidos a leyes comerciales muy restrictivas, llegaban a cuentagotas o no llegaban. Misioneros y soldados, en muchos casos auxiliados por los propios aborígenes, no cejaron en el empeño, obedeciendo órdenes de imposible cumplimiento, hasta que España, exhausta y arruinada, no pudo más, y se arriaron con dolor las últimas banderas.
EL RENACIOMIENTO
En su libro “
Años 1434. El almirante Zheng He y su todopoderosa flota arriban a las costas de
En el año 1434, fecha en la que el embajador Zheng He desembarca en
“En el siglo XIV Florencia era un lugar atrasado. Pero entre 1413 y 1470 produjo una serie de obras tan majestuosas que casi seis siglos después todavía lo dejan a uno sin aliento”, señala Menzies en su libro, para a continuación plantear el “quid” de la cuestión: “¿Por qué prendió el Renacimiento en esa pequeña ciudad italiana?. ¿Y por que en aquel preciso momento?”. Alejado de la ciencia ficción, Menzies documenta sus investigaciones con mil y unas pruebas, algunas de las cuales niegan la autoría de la mayor parte de los inventos atribuidos a Leonardo da Vinci.
“Todo prospera y se renueva, pero los países extranjeros situados muy lejos, allende los mares, no han oído y no saben”, reza el edicto fechado el 29 de junio de 1430, por el cual el emperador chino ordenaba llevar a los bárbaros el mensaje de respeto y sumisión debidos a su reino. Zheng He se entrevistó con el Papa en Florencia para transmitir a Europa conocimientos que resultarían transcendentales para el renacer europeo.
Mapas del mundo que describen los cinco continentes, tablas matemáticas que permiten calcular longitudes y latitudes, teorías que desarrollan el heliocentrismo…Todo ello, a bordo de los barcos chinos. Destaca un documento: el “Nung Shu”, una enciclopedia de 1313 que compilaba los diseños de todo tipo de maquinaria civil y militar, y cuyos dibujos copiaría un tal Paolo Taccola. Un italiano que vive en un pequeño pueblo, que no ha ido a la universidad y que jamás ha visto el mar… ¿Cómo pude él haber diseñado un helicóptero o un buque de guerra?, se pregunta Mezies, para quien la expedición china –integrada por traductores, astrónomos y geógrafos- era una suerte de “universidad flotante” que contenía “más saber intelectual que cualquier universidad de la época”. A juicio del autor, aquella delegación aportaría la base que luego desarrollaron genios del Renacimientos como Copérnico, Kepler o el propio Leonardo
TITULOS NOBILIARIOS
El BOE del 6 de marzo de 2009 publicaba el anuncio de
También el BOE del 18 de marzo de 2009 publicaba el anuncio de
Asimismo el BOE de 1 de abril de 2009 publicaba
También el BOE del 2 de abril de 2009 publica el anuncio de
Un libro abierto para el público y los estudiosos
El trabajo de los investigadores ha quedado plasmado en un DVD
titulado “Corpus Epigráfico de
difusión.pag.@juntadeandalucia.es
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