miércoles, 3 de septiembre de 2008

RESPUESTAS AL CONCURSO DEL MES DE AGOSTO

RESPUESTAS AL CONCURSO DEL MES DE AGOSTO

1ª.- PREGUNTA

En el año 1483, el Papa Sixto IV promueve una Bula en la que nombra un Inquisidor General para Castilla y León. ¿Cuál fue su nombre?

TOMÁS DE TORQUEMADA

2ª.- PREGUNTA

En el año 1597, se inaugura el primer teatro de Barcelona. ¿Con que nombre se le conoció?

LA CASA DE LAS COMEDIAS

3ª.- PREGUNTA

¿En que año entró la expedición marítima de Fernando de Magallanes en el estrecho que lleva su nombre?

EN 1520

Hemos recibido DOCE respuestas acertadas,

resultando agraciados bajo sorteo

Piedad Salud Sánchez Ruíz (de Zaragoza)

Juan Antonio Pérez del Álamo (de Lérida)

Rosario Ramírez Biosca (de Valencia)

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PREGUNTAS AL CONCURSO DEL MES DE SEPTIEMBRE

1ª.- PREFUNTA

Un Decreto de las Cortes de Cádiz concede por primera vez en España la libertad de imprenta. ¿En que año?

2ª.- PREGUNTA

¿En que año se adelantó la mayoría de edad de los españoles de los 21 a los 18 años? ?

3ª.- PREGUNTA

En el año 1850 fue inaugurada por un poeta la Universidad de Madrid denominada Universidad Central y después Universidad Complutense. ¿Cuál fue el nombre de ese poeta?

Deberán enviar los resultados utilizando el correo electrónico

info@ceih.com indicando el apellido deseado y sus señas

martes, 2 de septiembre de 2008

NOTICIAS DEL MES DE SEPTIEMBRE

N0TICIAS DEL MES DE SEPTIEMBRE

NAPOLEÓN

Diario de un capitán del ejército imperial

Durante doscientos años ha dormido el sueño de los justos en un arcón pero dos profesores han dado con él en Galicia: el diario de guerra de un capitán de la Grand Armeé napoleónica. Así se escribió la historia, nuestra historia

Cuando el Dos de mayo de 1808 los madrileños se enfrentaron al francés en la calle de la capital del reino no sólo dieron muestra de un heroísmo suicida, sino que, con su ejemplo, puesto por escrito por el Alcalde de Móstoles, prendió una mecha que pronto corría como la pólvora por toda España. En las cuatro esquinas de la piel de toro se armaron partidas ciudadanas, nutridas unas con unidades regulares de nuestro ejército en retirada, o surgidas del mismo pueblo y creadas, sobre todo, para hacer frente a los desmanes (robos de animales, de comida, de objetos de valor, de mujeres) y atropellos de las tropas imperiales

No es la historia más conocida, es más, podría parecer olvidada al lado de mitos patrióticos como Agustina de Aragón, Bailén, El Tambor del Bruch, pero existió, y vaya que si existieron bravos gallegos que le dieron lo suyo a la gabachada. Como en la comarca lucense de Becerreá, donde en vista de cómo se estaba poniendo el caso, el Capitán General de la zona, Marqués de la Romana (también conocido por un apodo más festivo, De la Romería) publicó un edicto para que dos personas de cada pueblo se encargasen de crear retenes que vigilaran de cerca las tropelías de los franchutes, sedientos y hambrientos de casi todo. En unas de esas aldeas perdidas de la zona, afiló su bayoneta Gabriel Fernández, unos de los guerrilleros mais glamurosos", vecino del Vilar de Ousón, que pasó a la historia, al menos en su tierra y entre sus paisanos, como "o terror dos gachos".

Gabriel y el resto del paisanaje se aplicaron concienzudamente a darle estopa a los franceses que estaban atrapados por la nieve en la zona del Puente de Cruzul, cerca de Lugo. Eran tropas que debían acudir en ayuda del Mariscal Soult que se dirigía al encuentro de los ingleses que venían desde Portugal. Pero la tropa gala quedó empantanada por el general invierno (casi como en Rusia) y los guerrilleros no perdieron el tiempo. Les zurraban las badanas cuando podían, y cuando no, se escondían en lugares remotos (dentro de los árboles, por ejemplo), al tiempo que también ponía a buen recaudo (el propio Gabriel tenía un túnel en su casa) enseres, la matanza, y todo lo que le venía en gana. Pero cuando había pelea no se iban de vacío, y así se fueron haciéndo con un botín compuesto por numerosas armas, por fusiles, cartillas militares, y chafarotes, sables anchos de la caballería pesada que luego acabarían decorando un bar con ese nombre en Becerreá

El meollo de la historia

Y ahora llegamos al autentico meollo de la historia. En una de sus "acciones", Gabriel Fernández obtuvo un botín cuando menos curioso, el diario de guerra del capitán Garard, a la sazón cronista oficial de la campaña napoleónica en España. El diario empezaba en Burdeos en febrero de 1807 y concluía en Madrid el 6 de mayo de 1808. Tras ser requisado por el guerrillero en 1809, durante doscientos años ha dormido el sueño de los justos en un arcón en la casa de Fernando Gabriel Fernández y Fernández, la misma casa del legendario guerrillero en Vilar de Ousón, del que Don Fernando es descendiente directo. Así que pasaron dos siglos, hasta que los profesores José Luis Garfel y con él en sus pesquisas para la elaboración de su "Adiviñanceiro popular galego" (ed. Xerais), nueva página de su maravilloso "adivinancero" y Acertijero popular Español.


Valor incalculable

"Sin duda -explica Gárfer- este diario añade un nuevo capítulo de la Guerra de la Independencia contra el invasor.

El diario está escrito en francés militar muy claro, impactante, de pinceladas impresionistas, y consta de 126 páginas en perfecto estado de conservación, manuscritas con deliciosa caligrafía. En él se da cuenta con emoción y apasionamiento de cada momento de la contienda, se escribe sobre consejos de guerra, sobre acciones bélicas, hay referencias a la guerra en Europa, sobre estrategias militares, sobre órdenes del día… lo que nos sitúa ante un documento de valor histórico incalculable. Fernando Gabriel también posee el edicto del Marqués de la Romana antes mencionado, y por cuyo mandato su antecesor se echó al monte y al cuello de la francesada. "además –continua el profesor Gárfer-, es el diario oficial no de un soldado raso, sino de un cronista designado por el alto mando". Así se escribió la historia, en Galicia, hace doscientos años.

Por el momento, ya han surgido compradores para el documento, incluida alguna conocida sala de subastas y la embajada francesa. Aunque su propietario preferiría que fuera a parar en Galicia, incluso, aunque tuviera que venderlo a un precio menor al de su valor (doce mil euros con la "rebajas"), añadiendo de "regalo" el edicto de movilización de DE la Romana. Esto formaría parte del actual proyecto de investigación de Campo de Galicia. Tal y como explica Gárfer, en el proyecto "intermediarían a la vista de los datos recabados en archivos civiles, militares, eclesiásticos y particulares de Galicia, así como la recopilación de historias, lechadas y canciones que corren por la aldea. Tanto a Garfén como a Fernando Gabriel también le gustaría que este hallazgo quedara relacionado con la fiesta de la historia de Rivadavia (Orense), y con la recreación que se hace de la batalla de la Coruña en el mes de enero.

EL LEGADO

Carlos III, Ventura Rodríguez, Sabatini, Goya, Mesonero Romanos, Larra, el Marqués de Salamanca, Carlos Arniches o Arturo Soria fueron algunos de los grandes prohombres que han dejado su impronta en la ciudad de Madrid. Arquitectos, artistas, políticos, promotores, urbanistas, escritores, alcaldes, militares y hasta un santo patrón que permanecen, junto a sus obras, en la memoria colectiva de los madrileños.

Para rendir un sincero homenaje y recordar su trabajo, la librería ha prestado el libro "Treinta hombres que hicieron Madrid", de Armando Vásquez. Gallego de nacimiento pero madrileño de adopción, ha querido glosar en más de 260 páginas un total de doscientos años de historia de esta Villa y Corte, desde 1750 a 1950. Y para poner rostro a tantas vidas, nada mejor que las ilustraciones de José M. Ponce, quien ha retratado a cada personaje junto a su obra más relevante.

Este repaso comienza, cómo no, por quien fue distinguido como "el mejor Alcalde de Madrid". Carlos III ocupa un puesto preeminente en la historia de la Villa y en sus reformas urbanas. Quedan para le posterioridad iniciativas como el barrido y baldeo dos veces al día de la calles, el censo del vecindario o la iluminación, y actuaciones urbanísticas y arquitectónicas como las mejoras en Delicias, la Florida y Chamberí; la reordenación y embellecimiento del Paseo del Prado, el Museo del mismo nombre….

De un rey pasamos a un "maestro delineante", el arquitecto Ventura Rodríguez. De él se recuerda su pasión por las fuentes –ideó la Cibeles, Neptuno y Apolo– y el diseño de los principales elementos ornamentales del Palacio Real, entre muchos otros proyectos de dentro y fuera del la Villa y Corte. También otro arquitecto, Sabatini, dejó para la posterioridad dos magnas puertas, la de San Vicente y la de Alcalá.

Pero en este repaso también Juan de Villanueva, a quien Madrid debe una buena parte de sus edificios nobles; el ingeniero y arquitecto Carlos María de Castro, quien diseño el ensanche; Antonio Palacios, con sus destacados edificios, el Marqués de Cubas y su proyecto para la Catedral de la Almudena, y el vanguardista Ricardo Velázquez Bosc.


Señas de identidad

La historia del madrileñismo estaría incompleta si no hablásemos de un prolífico autor teatral, Don Ramón de la Cruz. Como reconoce Armando Vázquez, "sus obras contribuyeron inequívocamente a definir y afirmar las señas de identidad del vecindario de la Villa y Corte en la extraña y convulsa segunda mitad del XVII". Un populacho que no fue tan condescendiente con nuestro siguiente protagonista, Fernández de Moratín, quien murió en el exlio.

Cambiado de disciplina para acercarnos al arte de Francisco de Goya. Nadie duda de como este aragonés supo captar los sentimientos del pueblo madrileño, A José Bonaparte, un "intruso" que intento diseñar una villa a imagen y semejanza de París.

Llegados al segundo tercio del siglo XIX, el autor nos presenta personajes como el Marqués de Pontejos, quien abrió nuevos espacios en el corazón de la Villa; Juan Bravo Murillo, precursor de la traída del agua de la Sierra a Madrid; Mesoneros, el primer Cronista de Madrid, quien diseño el Madrid moderno.

El perfil de la ciudad

También se guarda un apartado destacado para grandes constructores y promotores que cambiaron el perfil de la ciudad. Es el caso del Marqués de Salamanca, Marcelo Usera o Arturo Soria, quienes compartieron épocas con el malogrado periodista y escritor Mariano José de Larra.

En este repaso no faltaran escritores como Benito Pérez Galdós, otro Cronista de la Villa; ni escultores como Benlliure, el artista con más obra al aire libre en la Villa, o el músico Federico Chueca –su zarzuela "La Gran Vía" inmortalizó la ciudad-.

En esta misma línea, el género chico puso en valor la jerga castiza que también alimentó la obra teatral de Carlos Arniches, un secretario que visitaba arrabales, corralas, tascas y colmados para inspirarse en el pueblo llano.

Seguimos con cuatro hermanos vascos, los Otamendi Machimbarrena, apellido ligado al suburbano, al edificio España y a numerosos centros institucionales.

Y antes de cerrar las tapas de este libro con San Isidro Labrador, referente a la historia religiosa de la ciudad, la publicación repasa las creaciones de los promotores inmobiliarios Juan y José Banús, y de arquitectos como Antonio Palacios, Antonio Flórez, Secundino Zuazo y Pedro Muguruza.

UNA DEUDA CON LA HISTORIA RUSA

El Estado y la Iglesia de Rusia se resisten a reconocer el magnicidio del ultimo Zar, Nicolás II, y su familia, a pesar de que numerosos laboratorios han confirmado la autenticidad de los restos

El historiador ruso, Eduard Radzinski, primo del que encontró los escritos de Yakov Yurovski, el jefe del pelotón que fusiló al último Zar ruso y a su familia, llevaba tiempo anunciando que el 90 aniversario de aquel magnicidio seria el del "arrepentimiento". La sociedad rusa necesita pasar esa trágica página de su historia admitiendo que se cometió una terrible monstruosidad", repite Radzinski cada vez que tiene oportunidad.

Hace un mes, nada más iniciarse el Torneo de la Eurocopa, el historiador ruso dijo que en el Kremlin ahora solo piensan en el futbol, pero, cuando termine el campeonato, me imagino que empezarán a pensar en las conmemoraciones del 90 aniversario del asesinato de la familia real.

Con la identificación de los restos del Zarévich Alexéi, que era el heredero del trono, y de su hermana la Gran Duquesa María, hubo quien pensó, entre ellos Radzinski, que no hay mejor momento para darle sepultura que ahora, 90 años después de su muerte. Sus cuerpos fueron encontrados el 29 de julio del año pasado y, desde entonces, se han venido realizando los análisis de ADN.

La idea era haber celebrado una gran ceremonia en San Petersburgo, en el Panteón de los Románov en la fortaleza de San Pedro y San Pablo, lugar en donde están enterrados los padres, hermanas y antepasados de Alexéi y María. Asistirían el presidente Dmitri Medvédev y quizás también, el primer ministro Vladimir Putin.

Se suponía que en esa fecha la iglesia ortodoxa rusa ya habría cedido en su rechazo a reconocer como auténticas los osamentos de los miembros de la Familia Imperial asesinada, lo que hubiese supuesto la presencia en el sepelio del Patriarca Ortodoxo, Alexis II. En 1998, cuando fueron inhumados los cuerpos de Nicolás II, su esposa, tres de sus hijas, sus criados y el médico de cámara, Alexis II no asistió.

Con todos esos elementos y la condena por parte del Kremlin de aquel brutal crimen, "se hubieran puesto las cosas en su sitio y pasando página en ese oscuro capitulo de nuestra historia". Sin embargo, parece que habrá que esperar diez años más, tal vez hasta que se cumpla el centenario, para que puedan verse en San Petersburgo.

Por ahora, en lo que se refiera al 90 aniversario, el Kremlin se ha mantenido al margen, mientras la Iglesias Ortodoxa insiste machaconamente en que aún no hay plena certeza de que los restos encontrados pertenezcan realmente a Nicolás I, y a su familia. Sin embargo, lo han avalado prestigiosos laboratorios de investigación rusos, estadounidenses y europeos. La Fiscalía General de Rusia también lo ratifica, aunque se llevarán a cabo algunas pruebas más.

Necesitan comparar el código genético de los huesos del último Zar ruso con muestras de la mancha d sangra de una camisa que llevaba puesta en 1891, cuando sufrió un atentado durante su visita a Japón. El problema es que hará falta cortar un trozo de la camisa para efectuar las verificaciones y esta pertenece a la colección del Ermitage, cuya dirección no parece muy proclive a colaborar.

Este nuevo análisis no es el único obstáculo que paraliza el proceso. La Iglesia Ortodoxa rusa canonizó al Zar, a su familia y a los criados que compartieron su trágico destino, pero ahora proclama que "no hay que apresurarse en reconocer la autenticidad de las osamentas y pide la creación de una gran comisión independiente formada por científicos, historiadores, juristas y representantes eclesiásticos.

Tampoco rehabilitación

Por su parte, la Gran Duquesa María Vladimirovna Romanova, máxima representante de la Casa Imperial, lleva años intentando que la justicia admita que el magnicidio fue obra del régimen comunista. Pero el argumento de los jueces es que "no hubo orden escrita ni sentencia".

El Zar, su familia, el médico de cámara y los criados fueron asesinados en la noche del 16 al 17 de julio 1918, según la fiscalía rusa, por un puñado de delincuente comunes". Sin embargo, testimonios como el de Nadezhda krupskya, compeñara de Lenin, dicen que el ejército Rojo en los Urales recibió órdenes concretas de Moscú, ya el 14 de julio de 1918.

En ciertas medidas, los rusos se han definido ya a través de una encuesta por el canal RTR. Se trata de elegir el personaje que mejor represente la idea de Rusia como sociedad o nación. Al día 16, el primero es Nicolás II, con más de 275.000 votos; el segundo Jósif Stalin, con casi 274.000, y el tercero Vladimir Lenin, con 188.000.