NOTICIAS DEL MES DE DICIEMBRE
SAN MILLÁN
Cuna de lenguas
Declarado Patrimonio de
Cuenta Juan B. Olarte, agustino recoleto, un día Prior del Monasterio de San Millán de
Está el lugar entre campos de labor que parecen una tela remendada, flanqueado por hileras de chopos y al abrigo de
Las edades del templo
No verá el viajero a simple vista la parte más antigua de un complejo que fue declarado Patrimonio de
El recinto estuvo habitado hasta el siglo XIX y, en la actualidad, es propiedad del Estado. Es independiente de Yuso. El acceso está restringido para no convertir el lugar en una romería de vehículos. El visitante puede subir caminando, pero para realizar la visita debe estar en posesión de la correspondiente entrada.
La leyenda de los bueyes
El Rey navarro García Sánchez III se consideraba el primer fan de San Millán y quiso trasladar sus restos al Monasterio de Santa María
Cuando llegaron al llano, cerca del río Cárdenas, los bueyes se detuvieron y ya no hubo forma de arrancarlos de nuevo, así que el Monarca y la comitiva llegaron a la conclusión de que aquello era una señal de San Millán. Fue entonces cuando García mandó construir el Monasterio de Yuso.
Corría el año 1053
Los que desconfíen de la leyenda tienen aquí una explicación más racional: la resistencia de los monjes de Suso a ser despojados de sus reliquias e, incluso, los ecos de resistencia civil en la comarca. El caso es que el santo bajó del monte sin alejarse demasiado de aquellas cuevas que habitó.
Durante al menos cincuenta años más coexistieron los dos
Monasterios. A partir del siglo XII sólo hay una comunidad de monjes, la benedictina, con una casa principal, la de Yuso. En el agitado siglo XIX los religiosos son expulsados varias veces, y tras la desamortización de Mendizábal el edificio es abandonado durante más de treinta años. Entre 1866 y 1868 se establece una casa de misioneros franciscanos. En 1878 es ocupado por los frailes de
Hubo un primer Yuso romático, como correspondía a la época de Don García; el edificio actual, de estilo herreriano, es levantado entre los siglos XVI y XVII. Poco espacio nos queda ya para describir sus tesoros, que son muchos, desde el Salón de los Reyes con sus pinturas de Juan Ricci al claustro de tantos pasos perdidos. Desde la iglesia con su soberbia rejería, el órgano, el trascoro y sus tallas, hasta la sacristía bajo un techo de coloridos frescos. Quizás le apetezca hablar con un fraile para preguntarle por sus motivos; puede solicitarlo en recepción.
UN PEQUEÑO ESCORIAL EN MADRID
Fue uno de los últimos edificios en los que pervivió el doble uso de residencia regia y monasterio. Aunque en el XVI ocupaba una amplia manzana que incluía Casa Sacerdotal, Casa de Misericordia y tahona, con el paso del tiempo y las ventas del terreno, el Convento se convirtió en un espacio más reducido. Sin embargo, las joyas que atesora en sus capillas y estancias lo convierten en la actualidad en un Monasterio único en Europa.
Es el Monasterio de las Descalzas Reales. Fue fundado en 1557 por Doña Juana de Austria, hija del Emperador Carlos V y hermana del Rey Felipe II, sobre el mismo inmueble donde ella había nacido:
Sólo hijas de Grandes de España
La exigencia de que sólo las hijas de los Grandes de España pudieron profesar en él, ha legado a la posteridad, a través de donaciones y dotes, un patrimonio histórico-artístico único en Europa. Ahora, con motivo del 450 aniversario de la muerte de Carlos V y sólo un año de la conmemoración de la apertura del Monasterio, las pinturas murales de su escalera principal afrontarán en los próximos meses una completa rehabilitación. Y es que el paso del tiempo, las fisuras producidas por movimientos estructurales del edificio y las vibraciones que sufrió durante la guerra, obligan a consolidar las grietas y a restaurar los desprendimientos de pintura.
Para ello, José Antonio Bordallo, Gerente de Patrimonio Nacional -entidad a la que se vincula el Monasterio-, Javier Ayuso, Director de Comunicación e Imagen del banco BBVA, rubricaron un convenio para acometer estos trabajos.
Con un presupuesto de 300.000 euros, esta restauración se llevará a cabo de un vestigio único de la arquitectura civil de los Austrias y en uno de los últimos inmuebles donde pervivió el binomio Residencia Regia –Monasterio.
Al tiempo que El Escorial
No en vano, en 1557, el acondicionamiento del edificio fue encargado al arquitecto Juan Bautista de Toledo, quien también participó en las primeras trazas del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Bordallo recalcó este hecho al afirmar que "mientras se adaptaba esta casa-palacio se estaba construyendo El Escorial".
Por su parte, Ayuso destacó que "a través de este programa reiteramos nuestro compromiso con la cultura y contribuimos a recuperar una parte muy significativa del acervo artístico".
Para ello, según confirmaron Leticia Sánchez, Conservadora de Patrimonio Nacional, y Ángel Balao, se emplearán de doce a catorce meses. Durante ese periodo, no se interrumpirán las visitas, ya que se utilizará un sistema de andamios para realizar la parte superior que se desmontará para continuar con la inferior.
Esta escalera, situada a la entrada del Monasterio, es una pieza original de
En el primer rellano se hallan las primeras pinturas de la escalera con un paisaje en el que aparece San Juan Bautista y el Cordero. En el plano superior aparece un Calvario y la representación de Cristo yacente realizada sobre lienzo.
A la derecha, y en el segundo tramo de la escalera, nos encontramos con el llamado Balcón Real, donde se puede ver a la familia real de la época compuesta por el Rey Felipe IV, el Príncipe Felipe Próspero,
Fresco de Claudio Coello
Ya en la bóveda de la escalera, figuran motivos arquitectónicos, balaustradas, columnas salomónicas, las Cuatros Virtudes teologales y varias representaciones de Santos enmarcados en círculos. En el techo se sitúa el fresco denominado "El Rompimiento de
Tras la conclusión de las obras, el BBVA publicará un catálogo, dentro de la colección "Obras maestras restauradas", en el que se recogerá el alcance de la intervención, la metodología y el resultado final.
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